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martes, 14 de enero de 2014

HOSPITAL DE DÍA

Un hospital de día es una estructura sanitaria asistencial por el cual el recibe las técnicas terapéuticas que requiere sin necesidad de abandonar su entorno familiar. El paciente es internado por un plazo de horas determinado (8, 12, etc.) durante las cuales recibe todos los tratamientos especializados (terapias con aparatos, análisis, control post-operatorio, etc.) por parte de personal especializados que requieren seguimiento o aparatos médicos que deben ser manipulados dentro de instalaciones médicas. Al finalizar la atención el paciente vuelve a su hogar.
El manejar de forma ambulante algunos procesos que clásicamente han requerido ingreso hospitalario se asocia a:
Mejoría de la calidad de vida de los pacientes en fase avanzada.

Disminución de la presión asistencial de hospitalización.

Disminución del gasto global de la atención hospitalaria.

Minimización del aislamiento social y familiar asociado a la hospitalización.

Compatibilización en ocasiones con las actividades laborales del paciente


El hospital de día en Salud Mental trabaja sobre dos conceptos: la resocialización y la rehabilitación. Estos conceptos son los que configuran el objetivo del tratamiento que en dispositivo se realizan. Centran el tratamiento, es decir que delimitan tanto el tipo de pacientes que el hospital de día admite, como definen el modo de su externación. Tanto la rehabilitación como la resocialización hay que pensarlas en relación al trabajo en equipo, operando de manera multi e interdisciplinaria, para atender las diversas necesidades de los pacientes.

La estructura del hospital de día puede:

 Facilitar una forma de acceso ágil a la atención especializada.

 Posibilitar altas hospitalarias precoces derivando el seguimiento inmediato posterior hasta la estabilidad clínica o el alta definitiva.

 Proporcionar una atención integral.


 Ofrecer una atención personalizada.

 Favorecer alternancia de idas y venidas del consultante.

sábado, 4 de enero de 2014

INTOXICACIONES ALIMENTARIAS

Los trastornos digestivos por las grandes comilonas de fin de año son muy frecuentes. Generalmente en esta época hay alimentos más difíciles de digerir, debido a las grasas, ciertos minerales y toxinas que algunos contienen.
La ingesta desmedida de comidas y bebidas alcohólicas son  irritantes para el organismo provocando distintas alteraciones gástricas, como dispepsia, reflujo esofágico, flatulencia, vómitos, diarreas, entre otros.
En ésta época muchas personas consumen alimentos fuera del hogar, lo que eleva la demanda de alimentos preparados y hace que proliferen sitios de producción y consumo que no reúnen las condiciones sanitarias requeridas.
Muchas personas sufren algún tipo de intoxicación alimentaria por ingerir alimentos contaminados que han sido mal manipulados durante su preparación. Una cocción insuficiente, un recalentamiento impropio, o un congelamiento o refrigeración inapropiados, son algunas causas.
Los síntomas de una intoxicación alimentaria pueden manifestarse tan sólo unos minutos después de comer o hasta 36 horas más tarde.
Para evitar las intoxicaciones alimentarias, conviene lavarse las manos regularmente, lavar los alimentos crudos antes de consumirlos y adquirir los alimentos en lugares limpios y seguros.
¿Qué es un contaminante?    
 Los contaminantes podrán ser bacterias, virus, hongos, parásitos, sustancias tóxicas que algunos de ellos producen, así como sustancias químicas. La mayor parte de ellos son microscópicos y no se detectan a simple vista. Algunos elementos físicos como metales, vidrios, etc., puede también provocar daños en la salud. Si bien todos ellos son los que pueden causar enfermedades, las bacterias son las que tiene el primer puesto en la producción de las mismas.    
¿En qué condiciones se desarrollan las bacterias?     
 Las bacterias que causan enfermedades transmitidas por alimentos se encuentran en muchos y variados sitios. Pueden hallarse en la tierra, en el aire, en el agua , en los alimentos, en los animales y en las personas. Para que puedan desarrollarse en los alimentos, una vez que se encuentran en ellos, necesitan ciertas condiciones de temperatura, humedad y tiempo que se los permitan.    
Quien manipula los alimentos debe cuidar su higiene personal para evitar introducir gérmenes u otros contaminantes. No debe olvidarse de los utensillos y la vajilla, que tienen que estar limpios y protegidos hasta el momento de su uso.
¿Qué hacer ante la sospecha de una intoxicación alimentaria?
No dude en consultar al médico u hospital más próximo. No tire el resto de la comida sospechosa y consérvela refrigerada en un recipiente cerrado, comuníquese con el organismo de control de alimentos de su ciudad.