Los
trastornos digestivos por las grandes comilonas de fin de año son muy
frecuentes. Generalmente en esta época hay alimentos más difíciles de digerir,
debido a las grasas, ciertos minerales y toxinas que algunos contienen.
La
ingesta desmedida de comidas y bebidas alcohólicas son irritantes para el organismo provocando
distintas alteraciones gástricas, como dispepsia, reflujo esofágico,
flatulencia, vómitos, diarreas, entre otros.
En ésta
época muchas personas consumen alimentos fuera del hogar, lo que eleva la
demanda de alimentos preparados y hace que proliferen sitios de producción y
consumo que no reúnen las condiciones sanitarias requeridas.
Muchas personas sufren algún tipo de intoxicación alimentaria por
ingerir alimentos contaminados que han sido mal manipulados durante su
preparación. Una cocción insuficiente, un recalentamiento impropio, o un
congelamiento o refrigeración inapropiados, son algunas causas.
Los síntomas
de una intoxicación alimentaria pueden manifestarse tan sólo unos minutos
después de comer o hasta 36 horas más tarde.
Para evitar las intoxicaciones alimentarias, conviene lavarse las manos
regularmente, lavar los alimentos crudos antes de consumirlos y adquirir los
alimentos en lugares limpios y seguros.
¿Qué es un
contaminante?
Los contaminantes podrán ser bacterias, virus,
hongos, parásitos, sustancias tóxicas que algunos de ellos producen, así como
sustancias químicas. La mayor parte de ellos son microscópicos y no se detectan
a simple vista. Algunos elementos físicos como metales, vidrios, etc., puede
también provocar daños en la salud. Si bien todos ellos son los que pueden
causar enfermedades, las bacterias son las que tiene el primer puesto en la
producción de las mismas.
¿En qué
condiciones se desarrollan las bacterias?
Las bacterias que causan enfermedades
transmitidas por alimentos se encuentran en muchos y variados sitios. Pueden
hallarse en la tierra, en el aire, en el agua , en los alimentos, en los
animales y en las personas. Para que puedan desarrollarse en los alimentos, una
vez que se encuentran en ellos, necesitan ciertas condiciones de temperatura,
humedad y tiempo que se los permitan.
Quien
manipula los alimentos debe cuidar su higiene personal para evitar introducir
gérmenes u otros contaminantes. No debe olvidarse de los utensillos y la
vajilla, que tienen que estar limpios y protegidos hasta el momento de su uso.
¿Qué hacer ante la sospecha de una intoxicación alimentaria?No dude en consultar al médico u hospital más próximo. No tire el resto de la comida sospechosa y consérvela refrigerada en un recipiente cerrado, comuníquese con el organismo de control de alimentos de su ciudad.
Los alimentos irritantes son sin duda los más dañinos, porque su sabor suele ser bastante adictivo
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