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viernes, 20 de diciembre de 2013

ADULTOS MAYORES Y DESHIDRATACIÓN

La sed es el mecanismo de defensa contra la deshidratación y en las personas mayores, esta capacidad se encuentra disminuida.



 Si esperan a tener sed para beber pueden deshidratarse e, incluso, sufrir un golpe de calor. Hay que ofrecerles líquidos constantemente, deben beber entre 6 y 8 vasos de líquidos a diario, y aportar el resto de líquidos necesarios para el organismo mediante el consumo de alimentos ricos en agua como frutas y verduras. 




Los ancianos tienen, durante la época estival, propensión a deshidratarse.
Las consecuencias de la deshidratación en los ancianos son:




-mayor riesgo de sufrir caídas
-aparición de cálculos renales y otras enfermedades renales
-infecciones urinarias
-constipación
-problemas cognitivos





-afecciones broncopulmonares
-afecciones dentales
-malestar general 
-presión baja





El Dr.Silvio Payaslian (Director de los Centros Médicos Ambulatorios de Swiss Medical Group, Presidente del XXII Congreso Nacional de Medicina Sociedad Argentina de Medicina.) en una de sus notas, nos habla:



 sobre los ancianos como grupo de riesgo para sufrir deshidratación, dice, que en el verano, se observa un incremento de las internaciones hospitalarias de adultos mayores




 con este diagnóstico, ya que poseen un elevado riesgo a causa de diversos factores biológicos o intrínsecos, algunos de los cuales son:





• Disminución del agua corporal total (por mayor proporción de tejido graso en relación al tejido muscular magro).
• Alteración de los mecanismos cerebrales de la sed.
• Disminución en la producción de hormonas que retienen agua y sal, lo que lleva a una mayor pérdida de líquidos por orina.






Este riesgo se encuentra magnificado si el paciente presenta alguna alteración mental (como la demencia) o está postrado o con serias dificultades para la movilización, porque a los factores biológicos antedichos se agrega la necesidad de un tercero para la provisión del agua. El uso de diuréticos, frecuente en la tercera edad, también genera un mayor peligro.
La deshidratación en el anciano se puede presentar de varias maneras, mucha de las cuales son inespecíficas y algunas pueden ser atípicas. Lo más frecuente es que se manifieste con una alteración del estado mental habitual, pudiendo observarse confusión, somnolencia o apatía. Del mismo modo, las caídas pueden ser un signo de deshidratación en esta edad. A diferencia del niño o el adulto joven, la sequedad de la piel y las mucosas no son un signo confiable del cuadro en los adultos mayores.

• Evitar la exposición solar. De ser inevitable, hacerlo sólo en los horarios extremos (a primera hora del día o última hora de la tarde) y protegido del contacto directo (con sombreros, paraguas o sombrillas).• Mantener ventilados y refrigerados los ambientes.
• Vestir a los ancianos con ropas livianas y claras.
• No tomar diuréticos sin la estricta indicación médica.





cualquier cambio o alteración en el estado mental del anciano se debe hacer precozmente la consulta con el profesional médico porque una intervención rápida en un paciente deshidratado puede prevenir un cuadro de mayor severidad.

sábado, 7 de diciembre de 2013

TANGOTERAPIA

La tangoterapia, es una técnica terapéutica que cada vez se estudia y se aplica más.
El doctor Federico Trossero, médico con formación en psiquiatría biológica y psicoterapeuta, autor del libro Tango- terapia y bailarín de tango, comentó que quienes realizan tangoterapia por problemas como ansiedad, estrés y depresión pueden verse beneficiados por varios factores.
Según Trossero, bailar tango permite disminuir los niveles de la hormona liberadora de corticotrofina (CRH, por sus siglas en inglés), un mediador muy importante del estrés, que cuando está aumentado puede generar reacciones en todo el organismo, desde hipertensión hasta destrucción de neuronas del hipocampo, cuya consecuencia son trastornos en la memoria.
Si se baila el tango en forma regular, mejora la salud cardiovascular; además, disminuye el colesterol e incide en el estado anímico al provocar "estrés positivo". Estas fueron algunas de las conclusiones acerca de la influencia sobre la salud que produce este baile. Es el resultado de una investigación dirigida por el cardiólogo Roberto Peidro, director del Centro de Vida de la Fundación Favaloro, y su colega Ricardo Edgar Comasco, quienes publicaron el libro Con el corazón en el tango .
Bailar tango, también se les recomienda a las personas que sufren mal de Parkinson, con el fin de aliviar los síntomas que provoca esta enfermedad.
Demostraron que la danza del tango en los pacientes con Parkinson mejora los síntomas. En especial la marcha, la parte muscular y el equilibrio”.
Es una técnica complementaria de rehabilitación que mejora la calidad de vida del paciente. No parece tener efectos sobre el temblor, pero ayuda a mantener la postura.
Desde el aspecto expresivo, esta danza ayuda a desarrollar la expresión personal del mundo interno, la capacidad de reflejo y reacción a diversos impulsos y estímulos, la capacidad de concretar una idea, la creación propia, la coordinación, la precisión, la relación peso-equilibrio,
control y uso de la energía corporal, orientación, plasticidad.
Pero el tango no sólo cura el cuerpo, sino que también es bueno para la mente,  es de suave ondulación, con ritmo acompasado y no se baila a voluntad. Como toda auténtica expresión artística, desentraña nuestra intrincada y confusa condición humana.

domingo, 1 de diciembre de 2013

DOLOR CRÓNICO Y SU INCIDENCIA EN LA CALIDAD DE VIDA

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que en el año 2000 ya existían 600 millones de personas mayores de 60 años afectadas por dolor crónico.
Quienes padecen dolor permanente, a menudo se sienten desesperanzados y muchos caen en la depresión -investigaciones recientes revelaron que el 20% de los ciudadanos europeos con dolor crónico sufrieron episodios de depresión-. El dolor crónico también puede afectar la capacidad del enfermo para trabajar. Por ejemplo, en Europa se pierden 500 millones de días de trabajo al año debido al dolor crónico, lo que le cuesta a la economía europea cerca de 34.000 millones de euros. Según las estadísticas manejadas en el estudio "Dolor en Europa", el trabajo más ambicioso sobre dolor permanente realizado hasta la fecha, uno de cada cinco pacientes con dolor crónico ha perdido su trabajo debido a su afección. Estas cifras son más altas en países como Dinamarca u Holanda, donde el porcentaje de pérdida de trabajo por el dolor crónico se eleva al 29%. Según estadísticas publicadas en España por el grupo “Area3”, la magnitud de este problema es tal, que el 4,8% del total de las inasistencias laborales se debe a esta problemática.  “El dolor crónico es un síntoma frecuente en la medicina y las enfermedades que pueden generarlo son innumerables”, Fibromialgia, el Dolor Psicosomático, La Artritis Reumatoide, Parkinson, secuelas poliomielíticas, etc., señaló a la Agencia CyTA la doctora Graciela Jacob, coordinadora del Programa de Cuidados Paliativos del Instituto Nacional del Cáncer (INC), organismo dependiente de la cartera sanitaria. “Por eso, es de trascendental importancia, que los profesionales cuenten con las competencias básicas en el manejo del dolor”.
Cuando el dolor se instala en el individuo, este quiebra con su prevalencia todo proyecto, no hay motivaciones, perturba los entendimientos, desbarata la personalidad genuina y espontánea del ser humano, privándolo de su libertad, porque todo gira en torno al dolor. La calidad de vida del paciente se ve afectada en todo sentido.
Ese dolor que no logra responder al tratamiento da paso a la ansiedad, la depresión, la ira y la irritabilidad, son formas que el organismo posee para expresar un desequilibrio, una desarmonía, una pérdida del orden vital. Laboralmente, puede llegar a afectar a la capacidad de trabajar, produciendo un sentimiento de inutilidad y problemas económicos, ya que un dolor crónico llega a hacer que las personas se planteen el para qué y el porqué de la vida. Normalmente tenemos la experiencia de que el dolor es pasajero y controlable; pero cuando aparece un dolor resistente, que no se pasa, nuestra concepción del mundo se tambalea.
El círculo vicioso de sufrimiento, insomnio y tristeza se denomina "el trío terrible". La necesidad de calmar el dolor puede provocar adicción a las drogas en ciertas personas y llevar a otras a someterse a varias intervenciones quirúrgicas o tratamientos de naturaleza dudosa o cuestionable.  Todos estos motivos nos dan la pauta de que “El abordaje tiene que ser multidimensional y multidisciplinario. No sólo desde el punto de vista medicamentoso, sino también kinesiológico, de rehabilitación, psicoemocional  y espiritual”.                                                                   
Los profesionales como miembros activos de la sociedad deben conocer y entender la transformación cultural que ha sufrido el concepto del alivio del dolor. Ser parte activa de su evolución y del cambio de los conceptos relacionados con él, para lograr una perfecta interpretación y un mayor acercamiento en las manifestaciones que a diario encontramos en los pacientes que lo padecen.